Tanto la Constitución Española como el Estatuto de los Trabajadores establecen el derecho de los empresarios y el deber de los trabajadores y de sus legales representantes en orden a la determinación y aplicación de las medidas que favorezcan el incremento de la productividad y a la colaboración precisa para el logro de dicho fin, de acuerdo con lo dispuesto en las leyes y lo pactado en los Convenios colectivos aplicables.
El establecimiento de la oportuna Política de Organización del Trabajo y Productividad y de las correspondientes normas e instrucciones sobre organización práctica del trabajo en los talleres es facultad exclusiva de la Dirección de las empresas (por lo general, a propuesta de los Responsables de Producción).
Es normal que dicha política se proponga periódicamente la consecución de unos objetivos razonables de incremento de la productividad, atendiendo a las circunstancias tecnológicas objetivas de cada momento, en cualquier caso respetando la legislación vigente y los Convenios colectivos aplicables.
Convendrá, en consecuencia, que el Proyecto de dicha Política sea previamente informado por el Departamento de Personal y por la Asesoría laboral de la Empresa antes de su aplicación.
La política que definitivamente se adopte por la Dirección deberá ser conocida, compartida e impulsada por toda la línea de mando. Toda la organización de la empresa, en sus distintas Áreas funcionales (Producción, Personal, etc.) habrá de sentirse comprometida a su fiel cumplimiento.
En cuanto a las aplicaciones de dicha política, deberá tenerse presente que la información suministrada razonadamente y con suficiente antelación a los posibles afectados por los nuevos sistemas de organización, retribución y control suele ayudar a la eficaz consecución de los objetivos propuestos.
Tampoco puede olvidarse que, por lo general, el personal afectado desea un justo y proporcionado reparto de los beneficios que se deriven de las mejoras de productividad alcanzadas con su participación en las ideas o en la realización de las mismas.
Para facilitar la eficaz consecución de todo ello, habrá que acudir al conjunto de técnicas de Organización y Gestión de Talleres de Producción, así como a las que integran el Estudio del Trabajo (examen del trabajo humano en todos sus aspectos, para tratar de identificar y analizar convenientemente los factores que influyen en la eficiencia y economía de las situaciones a estudiar):
- Estudio de Métodos: registro y examen crítico de los métodos existentes, para idear otros más sencillos y menos costosos.
- Medición del Trabajo: técnicas para el establecimiento de los estándares de tiempo que habrán de asignarse a las distintas tareas.
- Valoración de Puestos de trabajo y Retribución: técnicas para evaluar las tareas que efectivamente realizan los trabajadores y para remunerarlas de forma adecuada.
La organización técnica y práctica del trabajo en cada una de los Departamentos, Secciones, etc. de la Empresa, de conformidad con las disposiciones legales vigentes sobre la materia, es facultad exclusiva de la Dirección o de las personas en las que ésta delegue (por lo común, las Oficinas de Métodos y Tiempos o las Ingenierías de Producción).
Sin merma de la autoridad que corresponde a la Dirección en materia de organización y control del trabajo, los legales Representantes del personal tendrán la función de emitir informe con carácter previo a la ejecución por parte del empresario de las decisiones que éste haya adoptado en materia de implantación o revisión de sistemas de trabajo, estudio de tiempos, establecimiento de sistemas de primas o incentivos y valoración de puestos de trabajo.
ITEMSA podrá ayudarle a
- evaluar el potencial de mejora de la productividad de su Empresa,
- diseñar, defender e implantar en la misma Proyectos integrales o parciales de mejora de la productividad, y
- conformar un equipo de planificación, implantación, control y seguimiento, de modo que se reduzcan significativamente los costos y -con los recursos disponibles en cada momento- se optimicen los niveles presentes de calidad y productividad (rendimiento de las personas y de la maquinaria e instalaciones),
capacitando previamente al equipo gestor (directivos, técnicos, trabajadores y sus legales representantes) en los principios, filosofía y técnicas para la mejora continua de la productividad.