Llamamos Estudio del trabajo al conjunto de técnicas de simplificación, mejora, estandarización y medición del trabajo, por medio de las que se asegura el mejor aprovechamiento posible de los recursos humanos y materiales con que se lleva a cabo una concreta tarea.
Entendemos por Estudio de tiempos la técnica de organización que sirve para calcular el tiempo que necesita un operario calificado para realizar una tarea determinada, siguiendo un método preestablecido.
Las empresas, para ser competitivas, precisan conocer y establecer los tiempos correctos de ejecución del trabajo que le permitan tratar de resolver la variada problemática relacionada con los procesos de fabricación o de servicio:
- En relación con la maquinaria e instalaciones: para controlar el funcionamiento de unas y otras; conocer el volumen de paros y sus causas; programar la carga de máquinas; calcular los costes de fabricación, etc.
- En relación con el personal: para determinar el número de operarios necesarios para la realización del trabajo, establecer planes y programas de producción, determinar y controlar los costes de mano de obra (como base de los incentivos directos e indirectos), etc.
- En relación con el producto: para comparar diseños y métodos de trabajo, establecer presupuestos, evitar interrupciones por falta de materiales, etc.
- En relación con otros aspectos: para simplificar los problemas de dirección, aportando datos que permitan resolver algunos de sus problemas, mejorar las relaciones con los clientes mediante el cumplimiento de los plazos de entrega, determinar las fechas de aprovisionamiento de los materiales, eliminar o reducir los tiempos de inactividad, etc.
La buena marcha de las empresas depende en muchas ocasiones de que las diversas actividades productivas estén correctamente resueltas, dependiendo esto -a su vez- de la bondad técnica de los tiempos asignados para la ejecución del trabajo.
Además, los tiempos asignados han de ser justos porque:
- de su correcta o incorrecta evaluación dependerá lo que vaya a cobrar el trabajador y lo que haya de pagar la empresa; y
- los tiempos de ejecución mal calculados son propicio caldo de cultivo para los conflictos laborales.
- Entre las técnicas del Estudio de tiempos, la OIT destaca como principales: el muestreo del trabajo, la estimación estructurada, el estudio de tiempos mediante cronometraje, las normas de tiempos predeterminados (MTM en sus distintas variedades) y los datos tipo.
El Estudio de tiempos mediante cronometraje industrial es, según la OIT, la “técnica de medición del trabajo empleada para registrar los tiempos y ritmos de trabajo correspondientes a los elementos de una tarea definida, efectuada en condiciones determinadas, y para analizar los datos a fin de averiguar el tiempo requerido para efectuar la tarea según una norma de ejecución prestablecida” (método operatorio), y el cronometraje es el “modo de observar y registrar, por medio de un reloj (cronómetro) u otro dispositivo, el tiempo que se tarda en ejecutar cada elemento”.
Mediante la aplicación de la técnica del cronometraje, tratamos de fijar el tiempo que necesita un operario cualificado para realizar una determinada serie de operaciones, trabajando en las mismas con sujeción a un método operatorio prestablecido y con un ritmo de trabajo (actividad) normal; esta medida es lo que se denomina “tiempo tipo” de la operación.
El cronometraje del trabajo se aplica comúnmente a procesos y métodos ya implantados cuyos tiempos deben establecerse por primera vez o para ajustarlos a la nueva realidad después de la introducción de mejoras organizativas y/o de medios de producción o manutención (como es el caso de series cortas de fabricación o de montaje, trabajos de almacén, etc.).
Los estudios de tiempos realizados mediante cronometraje industrial, siendo igualmente válidos que los efectuados mediante técnicas MTM en cuanto a la precisión exigible de sus resultados, requieren bastante menos tiempo de dedicación y, por lo tanto, son menos gravosos.
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