Los instrumentos básicos para optimizar la productividad empresarial son: la estandarización de los procesos, métodos y tiempos y la aplicación de un adecuado sistema de organización práctica del trabajo y retribución variable o de incentivos para rendimientos superiores al normal mínimo exigible (100 centesimal).
Dicho nuevo sistema organizativo-retributivo o de incentivos permitirá a la empresa alcanzar los siguientes objetivos:
- Obtener de forma sostenida un adecuado nivel de calidad en los productos y servicios, merced a la correcta estandarización de los procesos y métodos de trabajo.
- Conseguir un alto grado de aprovechamiento y productividad, tanto de las instalaciones como de las personas, merced a
- la progresiva eliminación o reducción del número y duración de los paros y de los trabajos no medidos,
- la asignación de tiempos correctos de ejecución y de preparación o cambio de modelo (determinados científicamente por cronometraje o por cualquier otra de las técnicas internacionalmente admitidas) y
- el establecimiento de un sistema de incentivos verdaderamente motivante.
(El rendimiento de las instalaciones se mejorará ajustando la velocidad óptima de las máquinas, en función de los métodos, medios y materiales utilizados, y reduciendo las incidencias y micro-paros que se producen durante el desarrollo del trabajo.)
- Llevar a cabo una administración y un control, eficientes, de la organización, que faciliten la programación y la coordinación de las actividades del taller y de los plazos de entrega a clientes, la elaboración de los costes y escandallos o presupuestos y el pago puntual de las retribuciones de los trabajadores.
- Posibilitar el incremento de la retribución de la mano de obra, sin repercusión negativa en los costes de la Empresa.
- Alcanzar el necesario acuerdo para poder proceder a la suspensión temporal de la aplicación del sistema de incentivos en una o más instalaciones o Secciones o en toda la Planta, cuando no exista carga de trabajo que pueda justificar su permanencia, manteniendo en todo caso la exigencia del rendimiento normal (100 de la escala centesimal).
Todo ello, fomentando y manteniendo constantemente un buen clima organizacional y laboral.
Las bases del nuevo sistema de incentivos para trabajadores serán las siguientes:
- Actualización permanente de los procesos, métodos operatorios, tiempos de preparación, cambio de modelo y ejecución y equilibrados de cargas de trabajo, en un entorno cultural de mejora continua (lo que comprende la reducción del despilfarro y de los tiempos de ciclo -eliminando cualesquiera actividades que no añadan valor al producto- y la sincronización de las operaciones, identificando y resolviendo eficazmente los “cuellos de botella”).
- Consecución de un óptimo nivel de productividad y de eficiencia, mediante la disponibilidad al 100% de los materiales y componentes necesarios para la producción (planificación y control eficaces de la fabricación y de los stocks, así como de su puntual suministro a los puestos de trabajo de las Líneas), la reducción de las distancias en el movimiento de materiales y componentes, el incremento del tiempo de disponibilidad de las máquinas e instalaciones y la formación para la polivalencia y la instrucción y adiestramiento en los métodos de trabajo.
- Obtención de los adecuados índices de calidad (con reducción de los de rechazo y de recuperaciones, así como del de defectos detectados por los clientes).
Los factores de competitividad a incentivar, así como los “índices objetivo” a alcanzar en cada uno de ellos, habrán de ser establecidos, revisados y comentados anualmente con la Representación de los trabajadores a fin de poder garantizar la eficaz comprensión y operatividad de los objetivos de la Planta.
El sistema de organización práctica del trabajo y de incentivos a la productividad será de aplicación a los trabajadores de la mano de obra directa (MOD) que se hallen adscritos al régimen de trabajo a actividad medida, y a la mano de obra indirecta (MOI) relacionada que se determine.
Encargue a ITEMSA la realización de un “Diagnóstico de situación y evaluación del potencial de mejora de la productividad” en su Empresa, que le permita acometer con éxito un Plan Integral de Mejora Continua de la Productividad, incluyendo el Reglamento de Organización práctica del trabajo e Incentivos que garantice permanentemente la eficaz consecución de dicha mejora en un entorno de clima organizacional y laboral satisfactorio.